domingo, 5 de agosto de 2012

La alimentación o la tercera medicina

Nos han enseñado que los niños revoltosos son la consecuencia de un mal carácter y/o de una mala educación. Nos han enseñado que entre los culpables de ello se encuentran los juguetes bélicos; la televisión; la estructura social; los políticos mediocres e ineptos; los padres demasiado ocupados o egoístas; los compañeros hijos de familias desestructuradas; los maestros autoritarios o laxos en exceso; los vecinos pasivos e insensibles;... O sea, practicamente todos nosotros. Nos han enseñado que el remedio ha de pasar por la visita al sicólogo de niños y adultos o, incluso, por la medicación de ambos. Pero... ¿y si hubiese otras causas más importantes para la inquietud, para el nerviosismo y para la falta de atención infantiles?



El Dr. Jean Signalet (1936-2003), hematólogo, inmunólogo, biólogo, catedrático de medicina de la Universidad de Montpellier, autor de más de 200 publicaciones en prestigiosas revistas médicas, fue pionero en los transplantes de órganos y de piel, en particular en los trasplantes de riñones. Dirigió durante treinta años el laboratorio de histocompatibilidad de Montpellier, al mismo tiempo que llevaba a cabo sus fructíferas investigaciones sobre la alimentación.














Encuentro este libro por casualidad. Mientras estudio para escribir una nueva entrada para este blog sobre un asunto totalmente diferente, una referencia al mismo me lleva a comprarlo.

A través de los resultados de sus investigaciones el autor defiende un tipo específico de alimentación para curar un gran número de enfermedades y afirma que el tipo de alimentación que propone es un método de sanación que parte de una visión diferente sobre la génesis de las enfermedades de las que tienen tanto la medicina tradicional como las medicinas alternativas. De ahí el título de su obra.

La profundidad científica con la que el libro está presentado es abrumadora. Pero ello no me impide comprender que el Dr. Signalet investigó los efectos beneficiosos de la dieta que proponía en miles de pacientes afectados de enfermades que iban desde la poliartritis reumatoide hasta la gota, pasando por la espondilitis anquilosante, las reumatitis inflamatorias, la fibromialgia, la artrosis, las cefaleas, la diabetes tipo I y II o la osteoporosis, por citar sólo algunas.

Como lo que cuentan son las cifras, reflejo tan sólo los resultados de tres de sus estudios:

Estudio sobre la poliartritis reumatoide. Sujetos estudiados:297. Resultados favorables: 104 presentan una mejora del 90%; 131, presentan una remisión completa.

Estudio sobre las migrañas. "Desde 1983 EGGER y col. han sometido a 88 niños con migrañas severas a un régimes que excluye los alimentos "antigénicos" y en algunas semanas han curado a 82 de esos niños"

Estudio sobre la artrosis. Sujetos estudiados:118. Resultados favorables: 111. De entre ellos, 12 han obtenido resultados moderados y los otros 99 han conseguido beneficios "importantes y a menudo espectaculares"

El libro me lleva de sorpresa en sorpresa, cuando me topo con el siguiente capítulo: "La patología del 'encrassage' en la neuropsiquiatría" (Por encrassage, el autor entiende la situación en la que las células y los tejidos se encuentran rodeados de sustancias extrañas y dañinas)

Me detengo estupefacto: Un médico "especializado en varias ramas de la medicina y reconocido por sus pares en particular por sus trabajos en inmunología y reumatología, autor de numerosas publicaciones y de un libro cuyo prólogo fue escrito por el profesor Dausset, premio Nobel de medicina" ¿está diciendo que la mala alimentación puede afectar nuestra psique y, por ende, a nuestro comportamiento?

No sólo lo afirma, lo demuestra.

Durante treinta páginas se dedica a exponer sus investigaciones y su tratamiento para curar las cefaleas, el autismo, la esquizofrenia, la depresión nerviosa endógena, el Alzheimer, la enfermedad de Parkinson, la distonía y la esclerosis lateral amiotrófica.

Resultados; quiero resultados, me digo. El Dr. Signalet los presenta, como para el resto de enfermedades de las que trata en su obra. Recojo sólo tres ejemplos.

Estudio sobre las migrañas: reseñado más arriba.

Estudio sobre el autismo. Cito." Mi práctica del autismo se limita a un sólo niño, que mejoró notablemente. Por suerte, uno de mis colegas, el Dr, Eric MENAT aplicó mi método nutricional a 19 jóvenes autistas que se devidían en dos grupos: 15 autistas ciertos y 4 probables. Un estudio fue publicado (MENAT 2001). 14 pacientes mejoraron, a veces de manera 'milagrosa' siguiendo un régimen alimenticio hipotóxico. En los otros 5 los beneficios han sido moderados y hay que considerarlos como fracasos"

Estudio sobre la depresión nerviosa endógena. Sujetos estudiados:30. Resultados:"Hasta el momento presente el cambio en la nutrición no ha fracasado jamás. Ha mejorado en un 75% a 5 pacientes y ha curado completamente a los otros 25"

Página a página me voy quedando más y más sorprendido. Este hombre está hablando de curar enfermedades que la medicina tradicional trata pricipalmente con medicamentos.

El método debe ser de una complejidad extraordinaria y tendrá que ir acompañado de extraordinarios desembolsos, reflexiono.

Respaldado no sólo por detalladas explicaciones médicas y bioquímicas a lo largo de decenas de páginas en este libro sino por los resultados de sus estudios, el sistema alimenticio que el Dr. Signalet propugna es el siguiente:

"Las principales directrices de mi método son las siguientes:

.1) Exclusión de la leche de animales y de sus derivados.

2) Exclusión de cereales mutados, principalmente trigo y maíz, en tanto que el arroz está autorizado.

3) Exclusión de los productos cocidos a temperaturas demasiado elevadas, es decir por encima de los 110°.

4)Exclusión de los aceites refinados, que serán reemplazados por aceites vírgenes y comidos crudos." (Pag.131)


¡¡¡Extraordinario!!!

Ciertamente el método no parece caro, aunque exige un considerable esfuerzo para cambiar los hábitos de alimentación, aprender a cocinar de nuevo, recomponer la lista de la compra y reestructurar la vida social.

¿Pero, y si funcionase? ¿La salud de nuestros hijos valdría el esfuerzo?


Puede encontrarse más información en

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